Vamos a dar un paseo por una de las zonas más singulares, bonitas y auténticas de Madrid. La capital de España es tan grande que siempre resulta una buena idea configurarse rutas en vez de lanzarse sin orden ni concierto a visitar la ciudad.
Entrando por la plaza de Puerta de Moros llegamos a la plaza de San Andrés donde se halla el Museo de San Isidro, desde 2007 oficialmente llamado Museo de los Orígenes. En su interior se exponen pinturas, esculturas y dibujos relacionados con el Santo Patrón de Madrid, San Isidro Labrador; destacan la capilla de San Isidro y el Pozo del Milagro. Además, se muestra la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta el establecimiento de Madrid como capital.
Muy próximo se halla la Iglesia de San Andrés (siglo XVIII) con su alta cúpula y su pórtido de entrada. En su interior, sobresale su altar decorado con grandes columnas a ambos lados y con adornos de oro.
Al salir de esta iglesia, bajaremos la calle de San Francisco para llegar a la Basílica de San Francisco el Grande. Este magnífico templo fue construdo en 1784. Su interior es de extraordinaria belleza. Hay varias capillas, cada una de las cuales contiene pinturas al fresco de gran valor artístico. También debemos visitar su Museo, la Antesacristía y la Sacristía.
Saliendo de San Francisco el Grande, llegaremos rápidamente por la calle San Buenaventura a los Jardines de Las Vistillas. Un lugar de recreo, paseo y fiesta del Madrid más castizo. Desde allí, podremos ver bellas estampas de la Catedral de la Almudena y estupendas puestas de sol.
Finalmente de camino al Puente de Segovia por la calle Bailén veremos el famoso Vidaucto. Hoy en día, ha sido reforzado en altura con cristal blindado debido a varios sucecos trágicos. Descenderemos por unas escaleras y pasaremos por debajo del Viaducto para verlo desde otra perspectiva desde la calle Segovia en el parque de Atenas. Al final de dicha vía, encontraremos el Puente de Segovia, fin de nuestro paseo.
Foto vía Cosas de Madrid