La música jazz se podrá disfrutar en la capital de España con la XXVI edición del certamen del Festival Internacional de Arte Sacro. El fin de este notable evento pasa por apostar por la calidad y la renovación para llegar a nuevos públicos. Así, se irá del jazz más clásico hasta lo más moderno. El festival tendrá lugar del 25 de febrero al 3 de abril.
El Festival Internacional de Arte Sacro se compondrá de 30 conciertos en los cuales se apostará por la calidad y la renovación, con la finalidad de experimentar y disfrutar con nuevos conceptos y llegar al mayor público posible. Un jazz para todos.
Esta nueva edición del Festival Internacional de Arte Sacro supone toda una muestra del compromiso de la Comunidad de Madrid con la cultura y la innovación en el ámbito de la música sacra. En este festival se conseguirá incrementar la calidad de la programación con la participación de músicos y formaciones españolas con prestigio internacional, sin dejar de lado a los talentos emergentes, y conectar sus propuestas con conceptos más abiertos y universales que tiene que ver con la espiritualidad.
En la edición de este año, el festival se decanta por repertorios inéditos o poco frecuentes en los escenarios de España. Así, conviene apuntar la apuesta por fomentar la creación y la producción propia, con estrenos, en su mayor parte por encargo del propio festival, como el concierto de La Galanía en la Real Parroquia de San Ginés o el del Carducci Quartet en la iglesia de San José.
También sobresalen las interpretaciones de Lina Tur Bonet de la integral de las Sonatas de Biber, el completo y variado repertorio de Guillermo Pastrana y varios programas vinculados a la recuperación del patrimonio histórico musical de nuestro país.
Por último, el Festival Internacional de Arte Sacro cuenta con una novedosa línea de cooperación con las principales instituciones culturales de España. De este modo, la programación de varios conciertos se hará en el Auditorio 400 del MNCARS y en dos espacios espectaculares del Patrimonio Nacional como son la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación y la Capilla del Palacio Real de Madrid. En pocos sitios, se puede disfrutar mejor de esta música que allí.