Hasta el próximo 9 de de junio, se podrá visitar en el Museo Thyssen la notable exposición » Hiperrealismo. 1967-2012″. En esta muestra se aborda la producción artísitca de los grandes maestros del hiperrealismo como Richard Estes, John Baeder, Robert Bechtle, Tom Blackwell, Chuck Close o Robert Cottingham.
Se trata de una interesante y completa retrospectiva formada por 50 piezas provenientes de varios museos y colecciones privadas. La Kunsthalle de Tubinga (Alemania) ha sido la primera parada de esta exposición, que tras brillar en la capital española viajará al Birmingham Museum & Art Gallery, en Inglaterra (Gran Bretaña).
La exposición está dividida en cuatro apartados: bodegones, ‘En la carretera’, ‘Ciudades y panoramas’ y ‘La figura humana’.
Paisajes urbanos, escaparates, restaurantes de comida rápida, últimos modelos de vehículos, espléndidas motocicletas, máquinas de pinball, juguetes de hojalata o botes de kétchup son varios de los fragmentos de la vida cotidiana que aparecen en las imágenes de esta exposición que acoge el madrileño museo.
Los principales asuntos que centran el interés de los pintores hiperrealistas están tomados del mundo en que viven, de su propio entorno personal, dando visibilidad a los objetos diarios mediante su genial pintura, como escenas banales y artículos de consumo transformados en motivo artístico.
Además, los pioneros del hiperrealismo reflexionan sobre todo estos asuntos y los convierten en el tema de sus cuadros, si bien lo hacen trabajando de manera más o menos aislada. En el arranque de la década de 1960, en la Costa Oeste norteamericana, Robert Bechtle comenzó a producir los primeros cuadros auténticamente fotorrealistas.
Casi al mismo tiempo, Richard Estes en Nueva York se puso a trabajar en sus característicos escaparates y paisajes urbanos, Chuck Close pintó sus conocidos retratos y la única mujer de este grupo de pioneros, Audrey Flack, llevo a cabo sus primeros trabajos basados en fotografías.
Foto vía El Leedor