Picasso se convierte, una vez más, en el principal protagonista de la temporada expositiva con la destacada muestra que dedica la Fundación Mapfre al genial artista malagueño, en la que se recorre su obra a través de los diferentes estudios en los que trabajó y vivió.
«Picasso en el taller», que se podrá visitar desde el próximo 12 de febrero, hará que Picasso vuelva a conquistar Madrid tras el gran éxito que logró la muestra «Picasso. Tradición y vanguardia», que en el año 2006 organizaron el Museo del Prado y el Reina Sofía en la capital de España.
En esta nueva exposición se ha tratado reflexionar sobre la perseverancia de Picasso en unos temas que van y vienen y que van haciendo la evolución estilística hasta llegar al peculiar estilo Picasso, a través de 80 pinturas, 60 dibujos y grabados, 20 fotografías y más de una decena de paletas del artista español, procedentes de colecciones públicas y privadas.
Entre el «Autorretrato con paleta de 1906», con el que arranca el recorrido y el autorretrato «Hombre en el taburete» de 1969 y el cual solo se ha exhibido una vez en el Palais des Papes de Aviñón (Francia) en 1970, se sucede toda una amplia trayectoria marcada por el trabajo en sus divesos talleres.
La primera parte de la exposición aborda la producción artística desde 1919. En Saint-Raphaël Picasso experimenta con naturalezas muertas frente a la ventana, y de ahí aparecen ejercicios que recogen experiencias cubistas anteriores. Son bodegones en los que se confrontan el cubismo y el naturalismo. Muy interesante.
Por su parte, «Velador delante de un balcón» (1919) es ejemplo de cómo el cubismo da paso al clasicismo, que se puede apreciar en «Naturaleza muerta con cabeza antigua» (1925). A partir de aquí, Picasso usó ambos estilos indistintamente.
En el resto de la exposición se abordan la producción artística de Picasso consiguiendo una muestra de notable nivel que encantará a los seguidores del arte y maravillará a los neófito en la materia.
Foto vía Te Interesa