Lhardy es una restaurante situado la carrera de San Jerónimo, 8 (Metro Sol o Sevilla). Fue inaugurado en 1839 por Emilio Hugueni Lhardy y sigue siendo uno de los mejores restaurantes de todo Madrid. Por sus mesas, han pasado innumerables personajes famosos; es historia viva de Madrid y España. Hoy en día, Lhardy es un punto de encuentro para negocios y mantiene su peculiar aire romántico.
En sus paredes se han decidido derrocamientos de reyes, pronunciamientos militares, conspiraciones políticas y hasta repúblicas, pero la historia secreta de España se teje también ahora en sus fogones. Las vajillas de Limoges y la cristalería de Bohemia es exhiben en vitrinas, aunque los callos y el cocido madrileño sigan siendo una de sus referencias más importantes.
En Lhardy, hay menús famosos, pero caros (50 euros) compuestos por: de primero la sopa, luego los garbanzos, acompañados de repollo rehogado, y más tarde el morcillo servido con un poco de tocino, el rellen de jamón y una salchicha; y de postre, suflé. Si queremos cenar una buena opción es la ensalada de langostas o el panaché de verduras combinado con lubina al horn, faisán a las uvas o foie-gras de Alsacia. Todo ello regado con vinos franceses y españoles.
Para los madrileños tanta importancia tiene el restaurante de Lhardy, como su tienda en la que a cualquier hora del día se puede tomar un consomé reparado o adquirir dulces o salados.
Pese a que se han acometido varias reformas, el espíritu de Lhardy continúa en pie. Lhardy sigue siendo Lhardy, es decir, un icono de Madrid y con una notable solera y tradición. En definitiva, un lugar ideal para comer y cenar en pleno centro de Madrid, no en vano se halla a escasos metros de concurrida Puerta del Sol.
Muy cerca de Lhardy se ubican dos de los comercios más señeros de la capital. Casa Mira, famosa por sus dulces y mazapanes, y la Pastelería del Pozo, conocida por su membrillo.
Foto vía Juan Cato