El Museo Arqueológico Regional ha restaurado los restos paleontológicos del llamado ciervo del Pleistoceno. Esta animal se paseaba por el Valle del Manzanares hace más de 84.000 años.
No es un gamo ni un cérvido al uso. Presentaba una figura esbelta, cuerpo moteado, buena planta y unas astas singulares. Parece que sirvió de alimento a los neandertales, si bien se extinguió al no resistir una intensa glaciación. Sus restos fueron hallados en la zona de Preresa (Getafe) hace varios años.
Hoy en día, ya identificado, Madrid puede presumir, dentro de su patrimonio arqueológico, del esqueleto completo de este mamífero. Un nuevo hito para el Museo Arqueológico Regional.
Este museo, ubicado en Alcalá de Henares, ha restaurado los restos paleontológicos de esta especie de mamífero casi desconocida hasta ahora en el Pleistoceno ibérico y europeo. Ha supuesto un trabajo minucioso en el cual ha particip un equipo multidisciplinar. Pronto se podrá ver en el Museo Arqueológico Regional.
La osamenta permitirá conocer nuevos aspectos de la época en la que vivió este animal: su clima, su vegetación, el hábitat, los moradores y las costumbres de neandertales y animales. Así, ese ciervo puede ser una gran fuente de conocimiento. Los expertos confían en que aportará mucha información sobre el comportamiento del neandertal y posiblemente de lo que pasó hasta la llegada del homo sapiens.
Ya se conoce que se trata de un ciervo mediterráneo, ya extinto, y la especie de cérvido europeo menos conocida. Con anterioridad al hallazgo del yacimiento de Preresa se habían descubierto restos de este ejemplar en el sur de Francia (de entre 35.000 y 90.000 años) y también en España. Concretamente en la Cueva del Rinoceronte, en Barcelona, un yacimiento datado hace 90.000 años. El gran avance del hallazgo del Valle del Manzanares es que se encontró el esqueleto completo mientras que tanto el Francia como en Barcelona solo se encontraron restos del cráneo y de la cornamenta.
Foto vía Diario ABC